jueves, 28 de agosto de 2008

CRÓNICAS SINDICALES ( I)

El líder sindical que acordó el cierre de Delphi con Chaves se coloca en el PSOE; mientras ni uno solo de sus compañeros ha sido colocado.

Antonio Pina compartirá pronto con Manuel Chaves algo más que la preocupación por recolocar a los ex trabajadores de Delphi. La Junta de Andalucía no se olvida ni de los amigos ni de los favores. Justo un año después de que la fábrica de Delphi de Puerto Real (Cádiz) cerrara sus puertas, tras una intensa actividad reivindicativa de sus trabajadores que comenzó en febrero de 2007 -tras el anuncio de cese de actividad de la dirección de empresa- el líder sindical de Delphi, el que apoyó al Gobierno de Chaves en su plan de recolocaciones, ha ingresado en el PSOE.
El sindicalista de CCOO, que se auto erigió en portavoz de la plantilla durante el conflicto por el cierre de la factoría que la multinacional tenía en Puerto Real (Cádiz), engrosa ya la lista de militantes del PSOE. El sindicalista de CCOO cobra un sueldo equivalente al que fija el convenio del sector del metal para la provincia de Cádiz y, a diferencia del grueso de los afectados por el cierre, está contratado por la Junta y no consume sus prestaciones por desempleo. El viraje del otrora camarada Pina –presentado en múltiples entrevistas como militante del Partido Comunista de España (PCE), comenzó hace un año. En julio de 2007, Delphi, la Junta de Andalucía y los sindicatos alcanzaron un acuerdo por el que la compañía se comprometía a poner encima de la mesa 120 millones de euros para pagar las indemnizaciones a los trabajadores y ceder a la Administración andaluza el suelo, las instalaciones y la maquinaria de la planta. La empresa había que cerrarla. Su discurso complaciente acerca de la gestión de la crisis por parte del presidente de la Junta, Manuel Chaves y la solución sellada con la empresa entraba en contradicción con el planteamiento inicial. A juicio del sindicalista, el cerrojazo de la factoría fue un fracaso del Gobierno andaluz, que llegó a anunciar al principio del conflicto que obligaría a la multinacional a cumplir el plan de industrial comprometido: permanecer en la Bahía de Cádiz hasta 2010. Meses después, en palabras del propio presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, la fuga de Delphi era “una oportunidad” para la reindustrialización de una de las comarcas más castigadas por el desempleo. Segimos esperando esa reindustrialización.El proceso de mutación de Pina, presidente del extinto comité de empresa de Delphi, ha sido tan rápido que se puede hablar de giro copernicano. Así, Pina, que regaló a Zapatero una pluma estilográfica en 2007 durante el mitin que el presidente dio en Jerez para que “no olvidara sus compromisos con los trabajadores de Delphi” tiene ahora las puertas abiertas en el PSOE. El vicepresidente de la Junta y mano derecha de Chaves ya le ha dado la “bienvenida a la familia socialista”. Por ahora, no ha sido colocado un solo trabajador de la factoría y los acuerdos que el sindicalista firmó con la Junta de Andalucía decían que en un año, todos iban a ser colocados.

HUELGA GENERAL EL 31 DE OCTUBRE DE 2008

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